16 enero 2007

Correr es de cobardes

Durante cierta época de mi vida yo corría. Todos los días y durante más de una hora. Y quería más.

También hay que reconocer que corría por un entorno paradisiaco como la ribera del río Jucar, en Cuenca, y eso ayuda mucho, o si no, vean:

Después tuve una fascitis plantar, y para cuando me quise recuperar, ya vivía en Madrid, y correr no era lo mismo, aunque seguía saliendo (muy) de vez en cuando.

Años después, concretamente 5, estoy viviendo en Valencia, y como las navidades han hecho estragos en mi figura (no sólo estas navidades, sino las de todos estos años), me planteo volver a correr. He salido varias veces, pero con poca constancia, y siempre le echaba la culpa de mi pobre rendimiento al equipo. Primero eran las zapatillas, hasta que me regalaron unas Asics Gel-Nimbus VII (las balas de plata), luego "es que con chandal no se puede correr"... pues ya tengo una equipación fabulosa, Adidas Clima-Cool, cortavientos Kalenji (parece que no lo llevas de lo ligero que es)...

En fin, que ayer salí con la intención de tomarmelo en serio y pude constatar sin ningún género de dudas, que la parte mala del equipo, todo este tiempo, he sido yo.

Aquí les dejo mi mini-ruta de toma de contacto

y aquí se la pueden descargar para verla en Google Earth. (De momento es prácticamente igual que el otro enlace, pero In Google We Trust, y seguro que en próximas versiones de google earth, esto se convierte en un recorrido virtual en toda regla.

1 comentario:

Txus dijo...

Vas a ser el nuevo Martin Fiz je je