28 septiembre 2006

No puede ser cierto.

Hoy he recibido una de las peores noticias que pueden dar a una persona, la muerte de un amigo. Óscar Fernández, uno de los tipos más joviales, y con más ganas de vivir que he conocido jamás. Compañero de trabajo en Software AG durante casi cinco años, y que no hace mucho había sido protagonista de una de las entradas de éste blog.

Esto hace que nos replanteemos la vida de otra manera, que le demos menos importancia a lo que no la tiene (por ejemplo, yo estaba preocupado por una entrega y un curso de formación que tenía mañana), y que valoremos más lo reálmente importante.

Disfruten de la vida como si cada día fuese el último.

Hasta siempre, Óscar, amigo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

AMEN, HERMANO

Anónimo dijo...

Efectivamente, hay que valorar lo que tenemos cada mañana. Ser agradecido y hacer disfrutar a los que están a nuestro lado. Con estas 3 cosa taaaan sencillas todo sería más fácil.
Nos queda las satisfacción de estar absolutamente seguros de que Óscar era una persona así, un amigo.